Un poquito de mi vida

A-ssalamu ´alaykum wa rahamtu ALLAH wa barakatuh!

La lengua árabe siempre ha formado parte de mi vida. 

En algunas ocasiones ha sido razón de mi tristeza y en otras ha sido el inicio del descubrimiento, quizás de mi propio descubrimiento.

Mi abuela (rahimuha ALLAH ) era de las personas que gestionaban sus palabras, sabía decir y utilizar las palabras adecuadas en cada ocasión, cuando hablaba utilizaba un árabe tan rico, tan bien construído, que la gente le miraba boquiabierta dejándose llevar por sus palabras. 

Para mí indiscutiblmente era una artista de la oratoria.

Con ella aprendí grandes máximas en mi vida pero una de ellas, es el profundo respeto que tenía a esta lengua, un día me dí cuenta de esto, cuando  leyendo el Corán delante de ella, tenía quizás unos 13 años, me miró y me dijo, "el saber leer esta lengua es una bendición de ALLAH".
Quizás estas fueron las razones por las que años más tardé comencé mi carrera de filología árabe y estudios islámicos y después  me dediqué numerosos años a enseñarla. Durante los años de enseñanza de esta lengua, fue cuando descubrí sus secretos, sus verdades, sus paralelismos... Cada día delante de la pizarra sometida a los cuestionamientos de mis alumnos,   la lengua árabe me susurraba sus mecanismos, su manera de construirse . Esos susurros cargados de información y conocimiento me hicieron amarla más. Y juro por ALLAH que amo esta lengua y el maravilloso saber que transmite, pues no es otro que el saber coránico. 

Hace aproximadamente dos años dejé de vivir en Madrid, y me mudé a Paris, para comenzar con una nueva fase de mi vida, lejos de la universidad y el  ritmo frenético de las clases y los pasillos, para adentrarme en el silencioso mundo de mi hogar, mi casa. Durante estos dos años, he adquirido tanto alhamdulilah pero una cosa me falta, una cosa que hecho de menos , una sola cosa del mundo exterior:" el enseñar esta maravillos lengua"  me siento bendencido por ALLAH ´aza wayla , por conocer esta lengua,  por haberla hablado desde mi tierna niñez y por haberla estudiado años más tarde, por poder trabajar enseñándola. Sólo con pensar en la idea de que puedo ganar hassanat por cada una de las letras que he enseñando me emociona. 

Espero que aprendas a amarla tanto como lo hago yo.

wa a-ssalamu ´alaykum.

Sakina.